El análisis se centrará en cuatro categorías de zonas naturales de interés especial. En primer lugar, se procederá a la revisión y ampliación del actual Catálogo de árboles notables. El Catálogo inicial, integrado por un total de 145 árboles, no ha visto incrementado hasta la actualidad su número de componentes, sin embargo, han sido descatalogados seis ejemplares hasta alcanzar los 139 que actualmente lo componen, informa Ical.
En segundo lugar, se procederá a la ampliación del número de zonas naturales de esparcimiento, que en la actualidad son siete, Monte de Miranda, Monte El Viejo, Monte Valonsadero, Pinar de Antequera, El Soto, San Isidro y Monte Valorio. El objetivo es conseguir que todas las provincias tengan una zona declarada en su territorio.
En tercer lugar, se acometerá la inventariación y catalogación de las microrreservas de flora y fauna. En la actualidad no ha sido declarada ninguna microrreserva en Castilla y León, aunque sí existe una propuesta de microrreservas de flora que será necesario actualizar, y desarrollar la figura de la microrreserva de fauna.
Por último, se analizarán los lugares geológicos o paleontológicos de interés especial en Castilla y León, que son aquellas áreas declaradas como tales por presentar una o varias características consideradas de importancia dentro de la historia geológica o paleontológica de la Comunidad.
En este contexto, también se procederá a la elaboración de los diferentes programas de actuación para la gestión y conservación de estas cuatro categorías de zonas naturales de interés especial. Por otra parte, se redactarán de las necesarias memorias técnicas, que contendrán una propuesta de régimen general de protección preventiva para estas categorías de zonas naturales de interés especial y una propuesta de regulación general de usos, aprovechamientos y actividades, todo ello en un marco de participación pública.